
Pedro Expósito.- El pasado sábado, José Carlos Marín Trillo anunció oficialmente su salida como presidente de la Unión Deportiva Cazorla, poniendo fin a un ciclo de siete años al frente del club blanquiazul. Una etapa marcada por el compromiso, la pasión y los logros tanto deportivos como institucionales, que han dejado una huella imborrable en la historia reciente del equipo.
Durante su mandato, la UD Cazorla vivió momentos de gran relevancia: dos Copas de Andalucía, un ascenso de categoría y una participación en el play-off que mantuvo en vilo a toda la afición. Logros que hablan del esfuerzo colectivo y del espíritu de lucha que siempre ha caracterizado al equipo blanquiazul.
Pero más allá de los títulos, Marín Trillo ha querido destacar en su comunicado de despedida “el cariño de la afición, la pasión de cada partido en Los Halcones y la unión de un club que siempre ha luchado por sus colores con humildad y coraje”. Unas palabras que reflejan el sentimiento profundo de pertenencia y el vínculo forjado con todos los estamentos del club: jugadores, técnicos, directivos, colaboradores y, por supuesto, la grada.
Otro de los pilares de su gestión ha sido la estabilidad económica, aspecto que también quiso recalcar en su despedida. “Además de los títulos, conseguimos una gran situación económica en el club”, apuntó, dejando claro que el legado va más allá de lo que sucede sobre el césped.
José Carlos Marín Trillo se despide de la presidencia, pero no del club. Como él mismo expresó, seguirá siendo “un cazorleño más animando desde la grada”. Un mensaje que confirma que, aunque termina una etapa, su apoyo a la UD Cazorla continuará intacto desde la cercanía y el sentimiento.
El club inicia ahora una nueva página en su historia, con el reto de seguir creciendo sobre la base sólida construida durante estos últimos siete años.