
Pedro Expósito.- La entrada en vigor del horario protegido durante la campaña de la aceituna en las competiciones provinciales jiennenses ha generado conversación y debate en los últimos días. Esta medida, adoptada por la Delegación Provincial de la Real Federación Andaluza de Fútbol en Jaén, busca adaptar el calendario deportivo a una realidad tan arraigada como la recolección del principal fruto de la provincia, una época en la que buena parte de jugadores, entrenadores y aficionados compaginan el fútbol con el trabajo en el campo.
Con el objetivo de pulsar la opinión del entorno del fútbol provincial, Albero y Mikasa lanzó el pasado martes una encuesta abierta en redes sociales. En total, 74 personas participaron aportando su punto de vista. De ellas, 47 se identificaron como jugadores, entrenadores o miembros de clubes, mientras que 27 respondieron como aficionados.
Los resultados muestran una tendencia clara: el 64,9 % de los encuestados se declara a favor de la aplicación del horario protegido, un 32,4 % en contra, y el 2,7 % restante asegura que le resulta indiferente.
Estos porcentajes reflejan un respaldo mayoritario, aunque no exento de matices y críticas constructivas.
Argumentos a favor: una medida necesaria para la realidad jiennense
Entre los argumentos más repetidos por quienes apoyan la medida, destaca la compatibilidad entre trabajo y deporte. Muchos participantes valoran que la Federación haya reconocido la particularidad de una provincia donde buena parte de los futbolistas “pasan la jornada entre el tajo y el campo de fútbol”.
Uno de los encuestados lo resumía así: “Es una medida lógica. En Jaén no se puede entender el invierno sin aceituna, y adaptar los horarios es una forma de proteger a los jugadores y a los clubes”.
También se hace hincapié en que esta regulación puede favorecer la asistencia de público, al evitar partidos a horas tempranas que chocan con las faenas agrícolas. Otros valoran que el horario protegido “da margen para que todos lleguen a tiempo a los encuentros sin tener que renunciar a su trabajo” y “refuerza el sentimiento de comunidad en los pueblos durante estas fechas”.
Opiniones en contra: problemas de iluminación y organización

Por otra parte, los detractores de la medida —que representan aproximadamente un tercio de las respuestas— coinciden en señalar los problemas de infraestructura que puede acarrear. “Muchos campos no tienen una iluminación adecuada para jugar de noche”, apuntaba uno de ellos, añadiendo que “los clubes pequeños son los que más sufren porque no todos pueden afrontar partidos nocturnos con garantías”.
También se mencionan las dificultades para cuadrar horarios, especialmente en categorías con pocos árbitros disponibles o donde varios equipos comparten instalación. “Antes se jugaba y no pasaba nada. Ahora se complican las jornadas y se pierde flexibilidad”, opinaba otro participante.
Propuestas y reflexiones
Más allá del debate entre sí o no, varios encuestados aprovecharon la encuesta para proponer mejoras que ayuden a que la medida sea más efectiva. Entre ellas destacan:
- Invertir en iluminación adecuada para que los clubes puedan disputar encuentros en horario nocturno sin contratiempos.
- Establecer horarios fijos consensuados por categorías para evitar conflictos entre clubes.
- Parar la competición durante las semanas más intensas de la recolección.
- Aumentar la comunicación entre Federación y clubes antes de aplicar medidas de este tipo.
Conclusión
La encuesta deja claro que el fútbol jiennense es consciente de su entorno y de la importancia de adaptar la competición a su realidad social y económica. La mayoría valora el horario protegido como una decisión sensata y necesaria, aunque muchos coinciden en que debe venir acompañada de mejoras en las instalaciones y una planificación más flexible para que todos los clubes puedan afrontarla en igualdad de condiciones.
En definitiva, el debate sobre el horario protegido refleja la esencia del fútbol provincial: un deporte profundamente arraigado a la tierra, que vive al ritmo de la aceituna y que, una vez más, demuestra su capacidad para adaptarse sin perder su identidad.
