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Un deporte llamado fútbol femenino

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Celia Jiménez representó a Jaén en el Mundial | RTVE

OPINIÓN | Cristina Campos.- Cuando hablamos de fútbol, no entendemos de sexo. Así lo vemos las que nos desvivimos por este deporte. Porque eso es lo que es: fútbol. Si bien ahora hablamos de patrocinadores y de televisión, de récords de audiencia y de futbolistas excepcionales, me pregunto: ¿cuántas personas detrás de esas 23 jugadoras de España no han visto cumplido su sueño?

Muchísimas futbolistas con mil historias diferentes que merecen ser contadas. Muchísimos entrenadores que dejaron a un lado los prejuicios que la sociedad imponía para sacar orgullo de sus jugadoras. Muchísimos clubes que hicieron, hacen y harán grandes esfuerzos para que sus jugadoras puedan seguir creciendo.

Esas 23 han representado de la mejor de las maneras, con buen fútbol y un comportamiento excepcional, a España y a su fútbol en el Mundial de Francia. Eso es un hecho contrastado por los miles de medios que, solo a partir de este mundial, han empezado a hablar de ellas.

La España de los prejuicios nace en algunos medios que aprovechan el tirón mediático para enseñar noticias sexistas como «Alex Morgan, algo más que una futbolista» y le añadimos una instantánea en biquini. Por supuesto que son algo más que futbolistas, son personas a las que el fútbol no les da de comer y muchas de ellas, alternan sus estudios y trabajos con el fútbol.

Me vienen a la mente las palabras de Marta, máxima goleadora de los Mundiales (tanto en registros masculinos como femeninos, superando al gran Klose) y cuyo palmarés individual habla por sí solo, hablándonos de la importancia que tienen las que se dedican o nos hemos dedicado a la práctica de este deporte: «lloren al principio para sonreír en el final». Y de eso se trata, de contar nuestras historias de superación, de prejuicios de la sociedad y de apostar por nuestros sueños.

Instante de un partido femenino | Cristina Campos

La repercusión y la accesibilidad a este fútbol es muy importante, pero el papel de las futbolistas valorando lo que se vive es esencial. Si supiera el mundo lo duro que es sacar adelante ese sueño, seguramente comprenderían porque luchamos en esta causa.

No es una causa perdida, sino un medio que cambiará ese fin. El fin de los prejuicios se ha visto reflejado en llenos de estadios históricos, en audiencias y en niñas que ahora sí conocen los nombres de quienes las representan ante el mundo entero.

Y es que sí, se crece a pasos agigantados, pero debemos ser conscientes de que todos en nuestra mano tenemos el poder de cambiar este precioso deporte. Un fútbol puro, no manchado por intereses. Un fútbol orgulloso, disciplinado cuando debe serlo y de una calidad exquisita.

Sin embargo, es un fútbol que carece de liga profesional que es por lo que se está trabajando ahora: darle una cobertura legal que para los hombres es una realidad desde los comienzos y para ellas es la primera piedra de un futuro que se tiñe de morado. Y no me hablen de que es un fútbol más lento, menos físico o con más diferencias. Es fútbol y se merece el mismo respeto que se le profesa a la sección masculina.

En la provincia de Jaén tenemos motivos para cambiar tanto de mentalidad a ojos de la gente como en repercusión. Tenemos equipos que apuestan por su sección femenina y que realmente han cumplido con buena nota en las competiciones. Tenemos futbolistas a las que mucha gente no conoce y que da gusto verlas jugar.

Les invito a que cambien por una vez su forma de ver este deporte y pongan a prueba sus mentes acudiendo a ver los partidos de las chicas. Podría decir nombres de equipos durante todo este artículo, pero por destacar les hablaría del Torredonjimeno, del Úbeda, del Linares, del Inter de Jaén o del Benfica.

Campeonas provinciales | FJF

Apuesten por sus muchachas, que ellas se lo agradecerán toda la vida. Si algo tiene este fútbol es que somos muy agradecidas con el poquito reconocimiento que se nos da. Las que conocíamos la historia de Celia, nuestra representante jiennense en el mundial, nos hemos sentido muy orgullosas pero más aún porque ha sido ahora cuando algunos medios de la capital se han percatado de su historia.

Como digo, las historias de superación abrirán el camino para que nuestras niñas, nuestras próximas Celia, Jenni o Marta, puedan vivir el sueño que sus madres, conocidas o simplemente futbolistas no pudieron cumplir.

Crean en ellas, apuesten por el morado y todos saldremos ganando. Aprendan a ver el deporte con las gafas de la objetividad y dejemos ya las de los prejuicios, pues sepan que ha nacido un deporte llamado fútbol femenino.

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