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¿Ganar o educar?

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Opinión | Israel Josué.- Inicio mi artículo semanal de opinión lanzando al aire esta pregunta y es que en categorías inferiores hay muchas veces que, repasando los resultados, sobre todo en los peldaños  más bajos, se observan números cuanto menos sorprendentes, marcadores más propios de otros deportes en lugar del fútbol.

Alevines jugando al fútbol | cdjuventudjaenalevin.blogspot.com

Goleadas sonrojantes y humillantes a las cuales se le debería de poner fin. El responsable de esto es el entrenador de turno, que pide a los sus jugadores la misma intensidad aun ya venciendo cómodamente. Les transmite que sigan con el ritmo y que hurguen en la herida del rival y yo me preguntó: ¿para qué?, ¿es necesario esto?

Hace algunas semanas vi un partido de estas categorías, permítame que no muestre por respeto nombres de equipo ni resultados, pero por un lado nos encontrábamos a unos pequeños niños, que no querían ni saltar al terreno de juego en la segunda mitad.  Con  esfuerzo salieron al campo, sabiendo  la que le iba a caer en forma de goles. Por el otro lado me encontré  a un entrenador, que debería de educar a los suyos a respetar al rival, que con mantener el control del choque hubiera tenido suficiente. Era tiempo  de trenzar jugadas, tocar o elaborar  pero eso no fue así y, conforme pasaban los minutos, los goles iban cayendo uno detrás de otro. El técnico del equipo goleado llegó a pedir, en  una acción visitante, clemencia a su homónimo, el cual no tuvo perdón y alegó al gol average para continuar con su festín.

Cuando el colegiado dio el pitazo final los niños suspiraron por la pesadilla que habían vivido porque los más importante en la categoría de fútbol siete es su disfrute y esto no se cumplió. El rival se puso las miras muy altas y pasaron ese listón donde no tendría que tener tanta importancia los premios de goleadores ni mejor jugador porque estamos educando a través de la práctica deportiva y ese objetivo no fue cumplido.

Esperemos que no se vuelva a repetir, aunque no estaría de más que la Federación entrara de oficio a estudiar estos casos y castigar también al que es culpable de no educar y respetar al rival.

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