Pedro Expósito.- Han pasado casi treinta y cinco años pero mucha gente aún lo recuerda. Se cuenta que en la cuesta de uno de los laterales del vetusto San Blas, por entonces de albero y donde aún no había rastro del pabellón, la gente se agolpaba para verlo. No salían de su asombro, el CD Málaga que acababa de bajar a Segunda División visitaba Villanueva del Arzobispo.
El equipo albiazul, liderado desde el banquillo por el mítico Antonio Fernández Benítez, y en el campo por los Mario Armando Husillos, Regenhardt, Fernando Peralta, Popo, Recio, Ángelo, Canillas o Manolo Hierro, pisaba el Municipal de San Blas el 11 de septiembre de 1985. La celebración de la Primera Eliminatoria de Copa del Rey era el motivo.
Era David contra Goliat y aunque en esta ocasión no ganó el rival más débil sí que plantó cara y se proclamó vencedor de aquel histórico partido de ida. Juan Lucena era el entrenador y Fernando Carriquí, ahora entrenador del CD Villanueva, era una de las “estrellas” del conjunto villanovense, que acababa de arrancar la cuarta de las seis temporadas que logró acumular de manera consecutiva en el grupo noveno de Tercera División.
Sorprendió el CD Villanueva a la defensa malacitana con un arranque de fuerza y trabajo constante en el ataque que era fruto de la gran motivación. Doce minutos aguantó el Málaga el arreón de los jiennenses que iniciaban entonces una jugada con Beli, éste se la daba a Casas – el capitán aquel día – para que su centre lo rematara a gol Trujillo.
Delirio en la grada, shock en el cuadro de Benítez y sin apenas tiempo para recomponerse Ángel robaba un balón a la defensa del club de la capital de la Costa del Sol y batía a Gallardo, el mítico arquero malagueño que pocos años después – el 15 de enero de 1987 – perdía la vida como consecuencia de una lesión sufrida vistiendo los colores del CD Málaga a la edad de 25 años.
El CD Villanueva llegó al descanso con esa renta y pese a que nada más volver, ya con Husillos en el campo, iba a encajar el gol de Canillas, precisamente a pase del argentino – que hasta no hace mucho fue Director Deportivo del Málaga CF y ahora lo es del West Ham de la Premier League inglesa – aguantó gracias a una defensa férrea y a un desgaste monumental de su jugadores, y la gran actuación de Soto, su guardameta ese día. Dos a uno fue el resultado final.
Invasión de campo, alegría, mucha celebración – coincidía con el último día de Fiestas – y posterior viaje con ilusión a La Rosaleda, donde una semana más tarde se acababa el imposible sueño de pasar de ronda. Cinco a cero recibió el conjunto de Lucena que sin embargo disfrutó sobre la hierba natural del coliseo malaguista, un terreno y dimensiones a las que no estaban acostumbrados los jugadores de un CD Villanueva que ese se sintieron futbolistas de élite.
Fueron los mejores momentos de la entidad
Eran tiempos felices para un CD Villanueva por el que pasaron técnicos del nivel de Julio Fernández Chicote, Manolo Haro, Manolo Santoro, además del citado Juan Lucena e incluso Gregorio Manzano, uno de los técnicos más prestigiosos del momento – que también lo fue del Málaga CF – que sin embargo no consiguió llevar a los villanovenses a aquellos años de delirio en el que se participó en dos ocasiones en la Copa del Rey.
Tras esos años comenzó la decadencia, del fútbol nacional se pasó a la Regional Preferente, donde dieron sus últimos coletazos de club grande, para pasar después al ostracismo y un renacimiento que vive hoy sus días más álgidos.
Y es que el CD Villanueva tal vez no pueda volver a enfrentarse al Málaga CF o cualquier equipo del fútbol profesional en un torneo como la Copa del Rey, pero sí que lucha hoy por volver al fútbol de nivel autonómico y reverdecer así los viejos laureles de un club que dio y dará que hablar en el futuro si sigue por estos fueros.
