Opinión | Pedro Expósito.- Navas de San Juan, ese “pueblo de paletos”– así es como lo catalogó hace unas semanas un señor, con muy mal perder, que forma parte del cuerpo técnico del CD Estudiantes de Almería y cuyo nombre vamos a omitir– lo sigue pasando en grande con su equipo. Tres victorias en los tres últimos partidos, una más que meritoria décima posición y ser el tercer equipo que mejor lo hace fuera de casa, así lo merece.
Los “paletos” incluso se acercan a los “estudiantes” en puntaje, solo cuatro puntos lo separan pese a ser uno de los equipos más humildes de la categoría, además de unos recién llegados. Navas de San Juan, ese pueblecito pequeño de apenas 4.500 habitantes, compite – con muchos “paletos” oriundos de la localidad del Condado – en la misma categoría que un equipo de capital de provincia, como es Almería, en la que viven cerca de 200.000 personas.
Tal vez estos sean argumentos a tener en cuenta para tener cierto respeto a tu rival, y claro, no generalizo. La plantilla del CD Estudiantes, su directiva o su cuerpo técnico no tiene culpa de lo que un señor brame por la boca en un momento de enfado, ¡el chico se estaba comiendo al grande!
Sin embargo – ¡maldita hemeroteca! – el respeto, la solidaridad, el compañerismo… son algunos de los valores que el CD Estudiantes de Almería vende en su proyecto, por cierto nacido en 2014. Lo mismo alguien no cumple los requisitos o al menos debe una disculpa a todo un pueblo, porque todos nos podemos equivocar.
“Nuestro proyecto, más allá de los objetivos que contribuyan al desarrollo de buenos futbolistas, será la necesidad de contribuir a desarrollar personas integras, que amen el deporte, que sean solidarios y respetuosos, no sólo con sus compañeros y entrenadores, también con el rival. Queremos contar con las personas idóneas para el desarrollo formativo de los alumnos/jugadores. Por ello, no valdrán todos. Solo aquellos que transmitan nuestros valores: Respeto, dedicación, ilusión, solidaridad, compañerismo, escuela de fútbol” reza en su página web oficial.
También cabría en esa retahíla de valores a tener en cuenta por este club, si de verdad ese es el leitmotiv de su proyecto deportivo y formativo, lo de tener humildad, saber estar y, por qué no decirlo, memoria. Un “paleto”, nacido en Navas de San Juan, gobernó la ciudad de Almería en la etapa en la que, por ejemplo, se consiguió albergar los XV Juegos Mediterráneos. No es moco de pavo. Algo harán bien esos “paletos”.
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